Todo lo viejo es nuevo otra vez—La desacreditada crítica a la metodología de Guttmacher surge de nuevo

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En la edición de diciembre de 2012 del International Journal of Women’s Health, Elard Koch, de la Universidad Católica de la Santísima Concepción de Chile y sus colegas critican de nuevo una metodología desarrollada por el Guttmacher Institute para estimar el número y la tasa de abortos inducidos y las complicaciones derivadas de abortos inseguros en países en donde el procedimiento está altamente restringido por la ley. La crítica en gran parte recicla argumentos previamente presentados por Koch et al en la edición de mayo de 2012 de la revista Ginecología y Obstetricia de México, la cual Guttmacher refutó de manera amplia en julio de 2012.

Reiteramos que Guttmacher rechaza las falsas críticas y apoya la validez de su metodología. Referimos a las partes interesadas a nuestra respuesta emitida en julio para un análisis detallado (las versiones completas están disponibles en inglés y español).

Sin embargo, queremos abordar aquí una falsa afirmación que es central a la actual crítica de Koch et al.: que las estadísticas oficiales del gobierno captan con exactitud el total o la mayoría de los abortos que tienen lugar en la Ciudad de México DF (Distrito Federal), en donde la terminación del embarazo de primer trimestre fue descriminalizada en 2007. Koch et al., sostienen que la estimación de Guttmacher de 122,455 abortos inducidos en la Ciudad de México en 2009 está inflada "al menos en 10 veces", con base en una comparación de estadísticas oficiales para ese año. Serios problemas con esta aseveración la invalidan:

Los registros oficiales de aborto en México DF solamente incluyen los abortos legales que tienen lugar en las instituciones públicas. Los registros oficiales excluyen el número significativo de abortos que tienen lugar tanto en instituciones privadas como las que ocurren enteramente fuera de instituciones. Muchas mujeres en México DF obtienen sus abortos fuera del sector público; y lo hacen por una variedad de razones. Estas incluyen la falta de información acerca de la disponibilidad de servicios de aborto en instituciones públicas, la proximidad de los servicios privados y el deseo de evitar el estigma asociado con el aborto. Algunas mujeres recurren a proveedores privados; otras obtienen medicamentos abortivos de farmacias u otros establecimientos comerciales y se autoinducen el aborto en casa con medicamentos como el misoprostol, el cual es relativamente seguro y ofrece una privacidad significativamente mayor.

En suma, las estadísticas del gobierno sobre aborto representan una fracción de los abortos que tienen lugar en México DF. En contraste, la estimación producida utilizando la metodología de Guttmacher toma en cuenta todos los abortos que ocurren en México DF.

Koch et al., también señalan que el número anual de abortos legales reportados en el registro oficial de México DF ha aumentado desde 2007, año de la reforma a la ley de aborto. Esto no refleja necesariamente un aumento en la incidencia general de abortos. Antes de 2007, casi todos los abortos se realizaban fuera de la ley y, por lo tanto, no se captaban en los registros del gobierno. Como ha sido confirmado en un estudio sobre los procesos posteriores a la reforma de las leyes de aborto en Asia, África y América Latina (incluido México DF), el cambio de los abortos ilegales clandestinos a procedimientos legales registrados puede tomar varios años, mientras que se realizan inversiones para establecer los abortos legales y se implementan los sistemas de recolección de datos.

La investigación de Guttmacher indica que México DF tuvo una tasa de aborto moderadamente alta en 2009, el año más reciente para el cual se dispone de una estimación (54 abortos por cada 1,000 mujeres en edades de 15–44). Detrás de casi cada aborto inducido hay un embarazo no planeado. Negar la realidad del aborto debilita los esfuerzos dirigidos a ayudar a que las mujeres eviten esos embarazos no planeados en primera instancia y ocasiona un enorme perjuicio a las mujeres, a las parejas y a la sociedad.

Sobre la metodología de Guttmacher

El Método de Estimación de Aborto por Complicaciones (AICM, por sus siglas en inglés) desarrollado por Guttmacher, basa sus estimaciones en datos específicos de cada país y sigue un riguroso enfoque científico. Diversos estudios que usan el AICM comprenden varios países, han estado sujetos a revisión de pares y han sido publicados en varias revistas prestigiadas. Este enfoque y los hallazgos que ha generado también han sido usados por organizaciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud.

Para mayor información:

Refutando una crítica a la metodología de Guttmacher para estimar el aborto inseguro

Aborto en el mundo legalidad, incidencia y seguridad

Hechos sobre el aborto inducido en el mundo

Video: El aborto en el mundo

The Lancet: Induced abortion: incidence and trends worldwide from 1995 to 2008

Haciendo accesibles los servicios de aborto a partir de las reformas legales

Analysis: Unsafe abortion—the missing link in global efforts to improve maternal health


Source URL: https://www.guttmacher.org/article/2012/12/todo-lo-viejo-es-nuevo-otra-vez-la-desacreditada-critica-la-metodologia-de