Haciendo cuentas: Costos y beneficios de satisfacer las necesidades de anticoncepción de las adolescentes en las regiones en desarrollo

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Por qué es crucial prevenir el embarazo no planeado

  • Mejorar la salud sexual y reproductiva de las personas adolescentes, incluida la prevención del embarazo no planeado, es esencial para su bienestar social y económico.
  • Las complicaciones del embarazo y el parto siguen contribuyendo a las muertes y enfermedades prevenibles en mujeres de 15 a 19 años de edad en las regiones en desarrollo.1
  • La maternidad adolescente se asocia con un menor logro educativo por parte de las madres y puede perpetuar el ciclo de pobreza de una generación a la siguiente.1
  • En las regiones en desarrollo, cerca de la mitad de los embarazos en adolescentes de 15 a 19 años no son planeados,1 y cerca de la mitad de ellos terminan en abortos,2–8 la mayoría de los cuales son inseguros.

Necesidades de anticoncepción de las adolescentes

  • Entre los 253 millones de mujeres en edades de 15 a 19 años en las regiones en desarrollo, el 14% (36 millones) necesita anticoncepción porque son mujeres casadas, o solteras y sexualmente activas, que no desean tener un hijo en al menos dos años.
  • De estos 36 millones de adolescentes, el 43% (16 millones) está usando métodos anticonceptivos modernos. Los métodos más comunes son los condones masculinos y la píldora, seguidos por los inyectables.
  • El otro 57% (20 millones) no está usando un método moderno; estas mujeres adolescentes tienen una necesidad insatisfecha de anticoncepción moderna. Entre estas mujeres, el 85% no usa ningún método, y el resto usa métodos tradicionales, que son menos efectivos que los métodos modernos.
  • La necesidad insatisfecha es mucho mayor en las adolescentes que en todas las mujeres de 15 a 49 años que desean evitar el embarazo (57% versus 24%). Además, las adolescentes de 15 a 17 años también tienen generalmente una necesidad insatisfecha más alta que las jóvenes de 18 y 19 años.1
  • En África y Asia, cerca de dos tercios (62% y 64%, respectivamente) de las adolescentes sexualmente activas que desean evitar el embarazo experimentan una necesidad insatisfecha; en América Latina y el Caribe, la proporción es de 38%.
  • Las mujeres jóvenes frecuentemente reportan varias razones para no usar anticonceptivos a pesar de no desear un embarazo: tener relaciones sexuales con poca frecuencia, no estar casadas, tener preocupaciones sobre efectos secundarios, estar amamantando o no haber reanudado su menstruación después del parto, así como la oposición de ellas mismas, de sus parejas o de otras personas a la anticoncepción.9

 

Costo de satisfacer las necesidades de anticonceptivos

  • Con base en estimaciones de 2017, el costo anual de proveer servicios de anticoncepción a los 16 millones de mujeres en edades de 15 a 19 años que actualmente usan anticonceptivos modernos es de 276 millones de dólares estadounidenses.
  • Los costos de los servicios incluyen el costo directo de los anticonceptivos, suministros relacionados y salarios de los trabajadores sanitarios, así como los costos indirectos de funciones gerenciales, construcción y mantenimiento de los centros de salud, actividades informativas y educativas, y otros tipos de apoyo a programas.
  • Si se mejoraran los servicios para los 16 millones de mujeres adolescentes que actualmente usan anticonceptivos, los costos aumentarían de $276 millones a $417 millones. Ejemplos de mejoras que beneficiarían a las adolescentes incluyen mejores servicios de consejería y seguimiento relativos al uso de anticonceptivos, consistencia en la disponibilidad de una gama de métodos modernos y proveedores de servicios capacitados para trabajar con adolescentes.
  • Si los 20 millones de mujeres adolescentes con necesidad insatisfecha utilizaran los mismos tipos de métodos modernos que las usuarias actuales y recibieran servicios mejorados, los costos totales por las usuarias actuales y las nuevas serían de $889 millones al año, un aumento anual de $613 millones.
  • Una gran porción del aumento en los costos ($379 millones de los $613 millones) se destinaría a África porque gran parte de la necesidad insatisfecha se concentra en esa región y los sistemas de salud allí ubicados tienen grandes necesidades de fortalecimiento.
  • El costo promedio anual por usuaria sería de $25 para las regiones en desarrollo en conjunto y variaría desde $15 en Asia, $27 en América Latina y el Caribe, hasta $35 en África. Dicho de otra manera, el costo anual per cápita en las regiones en desarrollo sería de 14 centavos estadounidenses.

Beneficios de satisfacer plenamente las necesidades de anticonceptivos

  • Un mayor uso de anticonceptivos modernos por parte de las adolescentes que no desean quedar embarazadas evitaría embarazos no planeados, salvaría vidas y mejoraría la salud.
  • Si todas las mujeres adolescentes que necesitan anticonceptivos modernos los usaran, los embarazos no planeados se reducirían en seis millones por año (63%) y el total de embarazos se reduciría de 20 millones a 14 millones. Esto resultaría en una disminución de 2.4 millones de embarazos no planeados; una reducción de 2.9 millones de abortos, de los cuales 1.9 millones habrían sido inseguros; y ocurrirían 763,000 menos abortos espontáneos y mortinatos de embarazos no planeados.
  • Las muertes maternas—aquellas debidas a complicaciones del embarazo y el parto—en mujeres de 15 a 19 años disminuirían en 6,000 a partir del nivel actual de 28,000 por año,10 es decir, a 22,000. La mayoría de las muertes evitadas se registrarían en África (4,300), que es la región con la mortalidad materna más alta del mundo.

Recomendaciones

  • Satisfacer las necesidades de anticoncepción de las mujeres adolescentes requiere de políticas y prácticas para poner fin al matrimonio infantil, prevenir el abuso y la coerción sexual, aumentar el nivel educativo de las niñas, empoderar a niñas y mujeres, así como proveer educación integral en sexualidad y servicios anticonceptivos de alta calidad.
  • Impulsar la educación de las niñas aumenta su capacidad para tomar decisiones autónomas. Los estudios muestran que las adolescentes que asisten a la escuela tienen una mayor probabilidad que aquellas que no lo hacen de usar anticonceptivos.1
  • Involucrar a los hombres jóvenes en los programas de salud sexual y reproductiva también puede ayudar a propiciar actitudes de género más equitativas.
  • Las personas adolescentes necesitan tener acceso a información médicamente precisa y completa sobre salud sexual y reproductiva antes de iniciar su vida sexual activa. Esta información debe ser apropiada para su edad, desarrollo y cultura. Deben ponerse en práctica políticas y programas, incluida la provisión de educación integral en sexualidad, para responder a esta necesidad.
  • Los enfoques más efectivos para proporcionar servicios de salud sexual y reproductiva a la gente joven incluyen una combinación de capacitación del personal de salud; mejoras a los centros de salud dirigidas a recibir amigablemente a las personas adolescentes y a proteger su privacidad; así como la difusión de información a través de escuelas, comunidades y medios de comunicación.1
  • Debe fortalecerse la consejería que se proporciona junto con los métodos anticonceptivos. Todas las y los adolescentes necesitan recibir información correcta acerca de la probabilidad del embarazo, de opciones de métodos anticonceptivos y posibles efectos secundarios, así como apoyo para cambiar de método cuando así lo deseen.
  • Los servicios anticonceptivos deben ser provistos de tal forma que protejan los derechos de las mujeres jóvenes a elegir los anticonceptivos de manera voluntaria, informada y confidencial.

Source

A menos que se indique de otra forma, los datos en esta hoja informativa se basan en tabulaciones especiales de datos elaboradas para Darroch JE et al., Haciendo cuentas: Invertir en anticoncepción y salud materna y neonatal, 2017, Hoja Informativa, Nueva York: Guttmacher Institute, 2017, https://www.guttmacher.org/es/fact-sheet/adding-it-up-contraception-mnh-2017.

Acknowledgments

La elaboración de esta hoja informativa fue posible gracias al apoyo brindado al Guttmacher Institute, incluyendo el de UK Aid del Gobierno del Reino Unido y subvenciones de la Bill & Melinda Gates Foundation, el Ministerio de Relaciones Exteriores de los Países Bajos y la Children’s Investment Fund Foundation. Las opiniones expresadas son de las autoras y no reflejan necesariamente las posiciones y políticas de los donantes.